De la épica no hay muchas obras conocidas, pero principalmente son tres las que más resaltan:
La Íliada:
Su tema es la cólera de Aquiles contra Agamenón porque éste le arrebata la esclava Briseida a causa de la querella, provocada por el enojo de Agamenón el cual se ve obligado a devolver a la prisionera Criseida a su padre Crises, sacrificador de Apolo, quien protege al sacerdote diezmando los ejércitos griegos.
Por esto Aquiles se retira de la batalla mientras su madre Tetis consigue que Zeus otorgue la victoria a los troyanos, contra la voluntad de Hera y Atenea. Los triunfos troyanos causan gran mortandad en los aqueos y Héctor, defensor de Troya, prevalece.
Agamenón envía una embajada a Aquiles (canto IX) compuesta de Fénix, Odiseo y Áyax, ofreciéndole ricos presentes como desagravio pero Aquiles los rechaza.
Patroclo, amigo de Aquiles, se apiada de los aqueos al ver a los más grandes héroes heridos: Diomedes, Agamenón, Odiseo, Macaón y Eurípilo y solicita a su compañero le deje vestir sus armas para salir al combate y amedrentar a los troyanos, engañándolos.
Aquiles concede permiso pero solo para que Patroclo rechace a los enemigos lejos de las naves sin llegar a las murallas; y desobedeciendo, Patroclo es herido por Apolo y Euforbo y finalmente muerto por Héctor.
El hijo de Néstor es enviado con la noticia de esta muerte a Aquiles mientras alrededor del cadáver de Patroclo se empeña furiosa batalla. El héroe tesalio desesperado estalla nuevamente en cólera contra Héctor y concibe pensamientos de venganza.
Sale Aquiles al combate; mata numerosos guerreros; lucha con el río Xanto o Scamandro, quien defiende a los troyanos y quiere ahogar al héroe el cual se salva por su velocidad, su valor y la ayuda de Hefestos que seca las corrientes del río; llega a las puertas de Troya donde al enfrentarse con Héctor este huye alrededor de las murallas por tres veces hasta que los dioses deciden que se ayude a Aquiles para cumplir el destino del héroe troyano cuya Moira está señalada, como constata Zeus por medio de las balanzas de oro; (el peso de las Keres) es muerto Héctor y Aquiles lo despoja de las armas y arrastra su cadáver, ultrajándolo.
Príamo, animado por Iris, mensajera de Zeus, resuelve ir a las tiendas de Aquiles a recuperar el cadáver de su hijo para sepultarlo. El tesalio se apiada del anciano troyano y obligado por los dioses devuelve el cuerpo, celebrando en seguida las exequias de Patroclo, el cual se le aparece quejoso por no tener sepultura. En Troya se celebran las exequias solemnes de Héctor, cuyo elogio hacen todos en trenos lamentables.
La unidad de este argumento es lo bastante poderosa para no dejar tomar cuerpo a algunos olvidos, contradicciones o datos confusos que se insinúan. La cólera de Aquiles, primero contra Agamenón, luego contra Héctor y el carácter del héroe cimentan fuertemente la narración y se mantienen como tales hasta el final.
El epíteto reiterado que caracteriza al héroe, el de los pies veloces, indica relevante cualidad física que se señala en dos ocasiones muy importantes de la obra: la huída de Aquiles ante el río Xanto y la persecución de Héctor por Aquiles alrededor de las murallas.
La odisea:

Ulises se encuentra en la isla de Calipso, una deidad hija de Atlas. Ella, enamorada del héroe, lo mantiene embelesado con su belleza y sus palabras. Los dioses se reúnen en asamblea y deciden dejar que vuelva a Ítaca. Atenea, disfrazada, llega al palacio de Ulises y habla con su hijo Telémaco. Le recomienda que vaya en busca de su padre a Pilos y Esparta. Telémaco reúne a los pretendientes de su madre Penélope en una asamblea. Se queja de sus abusos y les incita a abandonar el palacio.
Telémaco se dirige a Pilos. Allí se encuentra con Néstor y éste le cuenta lo que les sucedió a los griegos al final de la Guerra de Troya. De allí se dirigen a Esparta donde Menelao les cuenta lo que sabe acerca del destino de los troyanos. Mientras los pretendientes discuten sobre la manera de asesinar a Telémaco. Zeus envía a Hermes y éste ordena a Calipso liberar a Ulises. Calipso obedece.
Tras naufragios y sufrimientos llega a la isla de los feacios. Nausica, hija del rey de los feacios, Alcínoo, descubre a Ulises y lo lleva al palacio de su padre y Ulises le cuenta lo que le ha ocurrido desde que salio de Ogigia, la isla de Calipso. Al día siguiente Alcínoo equipa un barco para que Ulises regrese a su tierra. Después del banquete Ulises les cuenta sus aventuras y descubre su verdadera identidad. Cuenta su llegada a la isla de los cíclopes donde Polifemo devoraba a sus compañeros y como él consiguió emborracharlo y cegarlo escapando de la cueva camuflado entre las ovejas. También como llegó a la isla de Eolia gobernada por el dios de los vientos, Eolo, que le entregó los vientos metidos en un odre. Sus compañeros abrieron el odre y dejaron escapar a los vientos, pensando que contenía oro, y éstos los llevaron de vuelta a Eolia negándose ahora Eolo a recibirlos. Llegando a Lestrigonia fueron atacados por los lestrigones.
Ulises manda a Euríloco con un grupo a investigar la isla. Son atrapados y convertidos en cerdos por la maga Circe, excepto Euríloco que logra escapar. Hermes proporciona a Ulises una planta para curarlos. Desde allí descienden a los infiernos y el adivino Tiresias les aconseja para salvarse. Cuenta también cómo escapó de los cantos de las sirenas haciendo que sus compañeros le ataran al palo del barco y de los terribles mónstruos marinos Escila y Caribdis en el estrecho de Mesina. El Sol les castigó por haber devorado reses de sus rebaños haciéndoles naufragar. Todos murieron menos Ulises que, agarrado al palo del barco, llegó a la isla de Calipso. Los feacios equipan su barco y Ulises embarca hacia Ítaca. En Ítaca Atenea le explica cómo matar a los pretendientes.
Se disfraza de anciano y va a casa de Eumeo, uno de sus antiguos pastores. Telémaco regresa a Ítaca. Ulises se muestra ante su hijo pero se dirige el palacio disfrazado de mendigo para tantear el ánimo de los pretendientes. Ulises es maltratado por los pretendientes. Su vieja nodriza Euricea lo reconoce. Ulises se presenta ante Penélope y urden un plan. Penélope les dice que se casará con aquel que sea capaz de montar el arco de Ulises. Ulises disfrazado de mendigo lo consigue. Después aprovecha para matar a los pretendientes con su arco.
Los argonautas:

Jasón es un héroe tesalio, hijo de Esón y nieto de Creteo; su abuelo Creteo era hijo de Eolo, el dios del Sol. Por tanto Jasón, como otros muchos héroes, está emparentado con los dioses.
Esón, rey de Yolcos, murió cuando Jasón era niño; su tío Pelias le arrebató el trono a Jasón, y lo dejó al cuidado del centauro Quirón, que fue un gran educador de héroes, entre ellos Aquiles.
Cuando Jasón cumplió los veinte años, Quirón le contó quién era, de quién era hijo, le explicó que tenía derecho al trono de su padre y le animó a recobrarlo. Jasón llegó a Yolcos cubierto por una piel de pantera, con una lanza en cada mano y el pie izquierdo sin sandalia. Pelias estaba celebrando un sacrificio; al ver a ese joven, tuvo miedo, pues un oráculo le había dicho que desconfiara del hombre que no tuviera más que una sandalia. Jasón se acercó al rey y le reclamó el reino que le pertenecía legítimamente.
Pelias, sin rehusar abiertamente, le pidió que antes hiciera una hazaña prácticamente imposible: que trajera el vellocino (piel) de oro del carnero alado que antaño se habían llevado Frixo y Hele desde Grecia a la lejana Cólquida. Ese vellocino, como se sabía, se hallaba en un bosque consagrado a Ares, en las tierras del rey Aetes, hijo del Sol .
Jasón partió hacia la lejana Cólquica en una nave construida por Argos, y con un grupo de expertos navegantes (los argonautas).Al llegar, Jasón expuso al rey Aetes el motivo de su visita. El rey no rehusó a entregarle el vellocino de oro, pero puso algunas condiciones, que serán nuevas pruebas para el héroe.
En primer lugar, Jasón debía poner el yugo a dos toros de cascos de bronce, regalo de Hefesto, que exhalaban fuego por las narices. Luego, con ayuda de ellos, debía arar un campo y sembrar los dientes de un dragón -el dragón de Tebas-.
Nunca habría podido Jasón cumplir esas condiciones si no le hubiera ayudado la hija de Aetes, Medea, que había sentido por él una viva pasión.Medea le hizo prometer que la tomaría por mujer y la llevaría a Grecia con él. Luego, como era maga (igual que Circe, de quien era sobrina), entregó a Jasón un bálsamo con el que debía untarse antes de afrontar los toros, y le enseñó lo que había de hacer. Jasón, debidamente prevenido, logró domar los toros, arar el campo, y, cuando hubo sembrado los dientes del dragón, se apresuró a esconderse, pues de la tierra arada surgía una cosecha de hombres armados, con intenciones hostiles. Jasón, desde su escondite, lanzó en medio de ellos una piedra. Los guerreros se acusaron recíprocamente de haberla lanzado y se mataron entre sí.
Su tío Pelias estaba convencido que al mandar a su sobrino tan lejos, éste no volvería y ya no tendría de que preocuparse.Pero Jasón había salido victorioso: había conseguido el vellocino de oro.
Pero...aún le faltaba el viaje de regreso, en el que llevó consigo a Medea, como le había prometido. En el viaje de regreso, los argonautas tendrán nuevas aventuras.
Parten hacia la isla de Eea, donde vive la tía de Medea - Circe - , que los purifica por las violencias que han cometido. Cuando pasan por la isla de las sirenas ,Orfeo toca y su música impide que los argonautas enloquezcan con su canto. Más adelante en su viaje, Medea acaba con la vida del gigante Talos, que guardaba la ciudad de Creta. Al llegar a Corcira, el rey Alción y la reina Arete casan a Jasón y Medea.
Ya de regreso a Yolcos, Pelias no puede creerse lo que ve y se niega a cederle el trono a Jasón. Medea planea entonces una venganza que acabará con la vida de Pelias. Se mete en el palacio y convence a las hijas de Pelias para que lo bañen en una poción de rejuvenecimiento. Pelias se baña con la poción que le dan sus hijas y muere.
Los argonautas:

Jasón es un héroe tesalio, hijo de Esón y nieto de Creteo; su abuelo Creteo era hijo de Eolo, el dios del Sol. Por tanto Jasón, como otros muchos héroes, está emparentado con los dioses.
Esón, rey de Yolcos, murió cuando Jasón era niño; su tío Pelias le arrebató el trono a Jasón, y lo dejó al cuidado del centauro Quirón, que fue un gran educador de héroes, entre ellos Aquiles.
Cuando Jasón cumplió los veinte años, Quirón le contó quién era, de quién era hijo, le explicó que tenía derecho al trono de su padre y le animó a recobrarlo. Jasón llegó a Yolcos cubierto por una piel de pantera, con una lanza en cada mano y el pie izquierdo sin sandalia. Pelias estaba celebrando un sacrificio; al ver a ese joven, tuvo miedo, pues un oráculo le había dicho que desconfiara del hombre que no tuviera más que una sandalia. Jasón se acercó al rey y le reclamó el reino que le pertenecía legítimamente.
Pelias, sin rehusar abiertamente, le pidió que antes hiciera una hazaña prácticamente imposible: que trajera el vellocino (piel) de oro del carnero alado que antaño se habían llevado Frixo y Hele desde Grecia a la lejana Cólquida. Ese vellocino, como se sabía, se hallaba en un bosque consagrado a Ares, en las tierras del rey Aetes, hijo del Sol .
Jasón partió hacia la lejana Cólquica en una nave construida por Argos, y con un grupo de expertos navegantes (los argonautas).Al llegar, Jasón expuso al rey Aetes el motivo de su visita. El rey no rehusó a entregarle el vellocino de oro, pero puso algunas condiciones, que serán nuevas pruebas para el héroe.
En primer lugar, Jasón debía poner el yugo a dos toros de cascos de bronce, regalo de Hefesto, que exhalaban fuego por las narices. Luego, con ayuda de ellos, debía arar un campo y sembrar los dientes de un dragón -el dragón de Tebas-.
Nunca habría podido Jasón cumplir esas condiciones si no le hubiera ayudado la hija de Aetes, Medea, que había sentido por él una viva pasión.Medea le hizo prometer que la tomaría por mujer y la llevaría a Grecia con él. Luego, como era maga (igual que Circe, de quien era sobrina), entregó a Jasón un bálsamo con el que debía untarse antes de afrontar los toros, y le enseñó lo que había de hacer. Jasón, debidamente prevenido, logró domar los toros, arar el campo, y, cuando hubo sembrado los dientes del dragón, se apresuró a esconderse, pues de la tierra arada surgía una cosecha de hombres armados, con intenciones hostiles. Jasón, desde su escondite, lanzó en medio de ellos una piedra. Los guerreros se acusaron recíprocamente de haberla lanzado y se mataron entre sí.
Su tío Pelias estaba convencido que al mandar a su sobrino tan lejos, éste no volvería y ya no tendría de que preocuparse.Pero Jasón había salido victorioso: había conseguido el vellocino de oro.
Pero...aún le faltaba el viaje de regreso, en el que llevó consigo a Medea, como le había prometido. En el viaje de regreso, los argonautas tendrán nuevas aventuras.
Parten hacia la isla de Eea, donde vive la tía de Medea - Circe - , que los purifica por las violencias que han cometido. Cuando pasan por la isla de las sirenas ,Orfeo toca y su música impide que los argonautas enloquezcan con su canto. Más adelante en su viaje, Medea acaba con la vida del gigante Talos, que guardaba la ciudad de Creta. Al llegar a Corcira, el rey Alción y la reina Arete casan a Jasón y Medea.
Ya de regreso a Yolcos, Pelias no puede creerse lo que ve y se niega a cederle el trono a Jasón. Medea planea entonces una venganza que acabará con la vida de Pelias. Se mete en el palacio y convence a las hijas de Pelias para que lo bañen en una poción de rejuvenecimiento. Pelias se baña con la poción que le dan sus hijas y muere.
Que buenas historias xD
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